se acaba y llega la crisis

Paulina Andrade C.

“Pensamos que era un momento de crisis que iba a pasar. Lamentablemente esto ya es definitivo y General Motors (GM) cierra su planta en julio”, contó la alcaldesa subrogante de Arica, Rosa Vidal, quien fue visitada por la directiva de la empresa para comunicarle el cierre de la planta de ensamblaje que opera en esa ciudad.

“Esta es una decisión muy difícil para la compañía. Nosotros hemos sido un importante empleador en Arica durante los últimos 34 años”, explicó Julie Baemer, la directora gerente de General Motors Chile.

La alcaldesa, en tanto, agregó: “En términos sociales esto significa un aumento del desempleo para Arica, son 380 familias que se quedan sin fuente laboral”. Baemer, a su vez, explicó las razones del cierre: “Hay ciertas condiciones que no permiten mantener una operación en el país. Algunas de ellas son la estructura arancelaria, que favorece la importación de vehículos; el volumen del mercado doméstico, las dificultades logísticas y la falta de una base de proveedores, todo hace que la producción en Arica ya no sea económicamente viable”, dijo.




Los rumores del cierre llevaban mucho tiempo recorriendo la ciudad. En enero del 2006, el presidente del sindicato de trabajadores de esa planta, Patricio Valdecchy, escribió en su blog: “El año que se nos va (2005) para la planta de Arica y sus trabajadores ha sido catastrófico desde el punto de vista laboral y comercial. En primer lugar se terminó la fabricación de nuestra camioneta Chevrolet Luv que nos acompañó por más de 25 años”.

Desde entonces, General Motors produce la camioneta Chevrolet D-Max, que es la sucesora de la antigua Luv. De ellas se ensamblan entre 800 y 1.000 unidades mensuales.



La idea es continuar así hasta el cierre definitivo que ocurrirá el 1 de julio. La compañía advirtió que no hay ninguna forma de revertir el futuro de la planta.

Con esto, se termina la producción de autos en Chile y los ariqueños son los que más lamentan. “Es una gran pérdida”, concluyó la alcaldesa.